Orión, el Cazador, es mi constalación favorita, si miras desde la ventana de mi habitación te la encuentras de frente, grande y enorme... e inconfundible. Sus estrellas brillantes y visibles desde ambos hemisferios en invierno hacen que esta constelación sea reconocida universalmente. Orión se encuentra cerca de la constelación del río Eridanus y apoyado por sus dos perros de caza Canis Major y Canis MinorTauro pelea con la constelación de Tauro.
La Leyenda de Orión:
La primera cuenta como Orión acosaba a las Pléyades, hijas del titán Atlas, por lo que este se quejó a Zeus, el cual envió al toro Taurus para protegerlas. Como aún así Orión persistía en su acoso, Zeus envió a un Escorpión para ahuyentarlo, cosa que consiguió.
Pero la más famosa cuenta como Orión, el gran cazador, hijo de Poseidón (Dios del Mar) y Euríale, era conocido por librar al mundo de las bestias, y se decía que era tan alto que incluso podía cruzar el mar caminando por el lecho marino sin perder pie.
Después de muchas aventuras, Orión fue a la isla de Quíos, donde al poco tiempo se enamoró de Mérope, la hija del rey Enopión. Tal era su amor hacia ella que la pidió en matrimonio. Enopión consintió en ello, pero previamente exigió al gigante que demostrara su valor llevando a cabo una difícil misión. Orión tendría que exterminar un gran número de animales dañinos que estaban causando enormes pérdidas en las cosechas de la isla. Una vez que hubo exterminado todas las alimañas, el monarca se negó a cumplir lo prometido porque Orión no había cumplido su palabra (pero en realidad él también estaba enamorado de su hija).
Una noche Orión, disgustado, bebió un odre de vino de Enopión y se inflamó de tal modo que irrumpió en el dormitorio de Mérope y la obligó a acostarse con él. Cuando llegó la aurora Enopión invocó a su padre Dionisios quien envió unos sátiros para que invitaran a Orión a beber más vino hasta quedar dormido; entonces Enopión le sacó los dos ojos y los arrojó a la orilla del mar.
Un oráculo anunció que el ciego recobraría la vista si viajaba hacia oriente y volvía la cuenca de los ojos hacia Helios en el punto en que se eleva del océano. Inmediatamente Orión remó mar adentro, y siguiendo el ruido de un martillo de un cíclope llegó a Lemnos. Allí entró en la fragua de Hefestos, se apoderó de un aprendiz llamado Cedalión y se lo llevó a hombros como guía. Cedalión condujo a Orión por tierra y mar hasta llegar a la parte más lejana del océano, donde Eos se enamoró de Orión y su hermano Helios le devolvió la vista.
Orión, en compañía de Eos, volvió para vengarse de Enopión, pero no pudo encontrarlo por ninguna parte de Quíos porque se ocultó en una cámara subterránea que le había construido Hefestos. Entonces creyó que habría huido a Creta para buscar la protección de su abuelo Minos, y embarcó para Creta donde encontró a Ártemis quien compartía con él la afición a la caza, y no tardó en convencerle para que olvidase su venganza y saliese a cazar con ella.
Apolo sabía que Orión no había rechazado la invitación de Eos de acostarse con ella en la isla de Delos (Aurora se ruboriza todavía a diario recordando eso) y, además, se jactaba de que liberaría a la Tierra de fieras y monstruos.
Y esto le indujo un sentimiento de poder, orgullo y prepotencia, convirtiendolo en un ser presumido que afirmaba que nadie podría derrotarlo. Era tal su arrogancia que se cuenta que despertó la ira de la Diosa Hera (en otra versión es Artemisa y en otra Gea, la diosa de la tierra)
La muerte de Orión (Versión I):
Temiendo que su hermana Ártemis fuese tan enamoradiza como eso (y por que además Orión rivalizaba con él en belleza) Apolo convenció a la Madre Tierra, Gea, que repitiese chismosamente la jactancia de Orión con lo que consiguió que un escorpión monstruoso lo persiguiera. Orión atacó primero con flechas y luego con su espada, pero viendo que su coraza resistía cualquier arma se lanzó al mar y nadó hacia Delos, donde esperaba que Eos le protegiera. Entonces Apolo fue a ver a Ártemis y le dijo: - ¿Ves ese objeto negro que se mueve en el mar cerca de Ortigia? Es la cabeza de un malvado llamado Candaor que acaba de seducir a Opis, una de tus sacerdotisas hiperbóreas. Te desafío a que le atravieses con una flecha. Candaor era el apodo beocio de Orión, pero Ártemis no lo sabía. Apuntó cuidadosamente y disparó, y al ir a cobrar su presa se encontró que había traspasado la cabeza de Orión. Con gran pesar suplicó a Asclepio, hijo de Apolo, que lo resucitara, y este consintió, pero antes de que pudiera realizar la tarea lo mató un rayo de Zeus; entonces Ártemis puso la imagen de Orión entre las estrellas perseguido eternamente por el escorpión.
La muerte de Orión (Versión II):
Un día, cuando el soberbio gigante se encontraba reunido con sus amigos, envaneciéndose de que ni los tigres, ni las panteras, ni aún los leones o serpientes eran capaces de producirle espanto alguno, desbordó la paciencia de la Diosa, la cual le mandó un escorpión muy venenoso. Orión, al verlo, no pudo contener su irónica sonrisa ante la ridiculez de aquel insignificante adversario enviado por su enemiga.
El gigante se confió demasiado y el escorpión le picó en un pie con su potente aguijón venenoso. Fue tal la ira del Cazador vencido, que de un garratazo, mató al Escorpión envíandolo a la otra punta del cielo. La terrible ponzoña se extendió por toda la sangre del cazador y éste cayó al suelo medio moribundo.
Cuando vio que la muerte era ya inminente, pidió auxilio e imploró venganza al todopoderoso Zeus, ya que la muerte que le acechaba era poco gloriosa para un personaje de su talante. Le pidió al dios supremo que lo colocaran en los cielos con sus dos fieles perros de caza (Canis Mayor y Canis Menor) y una liebre (Lepus), para que los hombres, cuando miraran hacia arriba en las oscuras noches estrelladas, recordaran sus aventuras como cazador.
También le pidió a Zeus el dominio de las tempestades, las tormentas, el hielo y los vientos, a fin de poderse vengarse así de la Diosa que le había enviado al Escorpión.
El dios fue condescendiente con Orión y atendió sus súplicas. La Tierra (Gea), la flora y la fauna (Artemisa) y la Casa y los hombres tiemblan cada vez que Orión aparece en el cielo pues es sinónimo del frio, la escasez de la cosecha y de los alimientos y de la lluvia y la nieve (Orión aparece en Invierno)
También se encargó Zeus de situar el Escorpión (Scorpius) en el firmamento, pero tuvo cuidado de ponerlo lo más alejado posible del gigante (en el lugar donde Orión lo envío) para que nunca más volvieran a enfrentarse. Así pues, cuando Orion desaparece de la bóveda celeste es cuando hace su aparición Scorpius. Mientras que Orión aparece durante el invierno, Scorpius lo hace en el verano.
Algo más:
En la literatura fantástica de J.R.R. Tolkien, Orión es conocido como Menelgavor o Menélmacar y representa ya sea a Eonwë, heraldo de los dioses, o a Túrin, un héroe trágico en el libro El Silmarillion.
Orión está representado por un guerrero alzando su arco y cubriéndose del enemigo con un vellocino. A su lado se encuentran sus perros de caza: Canis Mayor y Canis Minor.
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